Si usted ha pasado años perfeccionando su pitch, su perfil de LinkedIn o su estrategia digital, le tengo una pregunta: ¿le ha dedicado el mismo tiempo y dedicación a su espacio físico?
Porque antes de que un cliente lo escuche, su espacio ya dijo algo, y antes de que un candidato entienda la cultura, ya la sintió.
¿Qué mensaje quiere dejar cuando usted no está?
No siempre va a poder estar en esa reunión, en esa entrevista con el candidato ideal o en ese primer encuentro con un nuevo aliado.
Pero su espacio sí.
Y cada rincón –la sala donde recibe a un cliente, el pasillo donde los equipos hacen lluvia de ideas, la cafetería donde los empleados conversan– puede ser parte de su estrategia de liderazgo y cultura.
Una obra curada con intención puede convencer a alguien que ahí no le tienen miedo a las ideas nuevas. Un mural de un artista local puede ser la mejor forma de mostrar que su empresa apuesta por el país. Y una sala de juntas con arte puede transmitir algo tan valioso como escaso: criterio, apertura y creatividad.
¿Y si la curaduría del arte en su oficina fuera tan estratégica como la curaduría del contenido en su LinkedIn?
Y si no sabe cómo empezar, acá le dejo tres preguntas:
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¿Lo que hay en su oficina representa a su empresa hoy, o a la de hace 10 años?
Las empresas están en constante evolución, pero muchas veces sus espacios se quedan atrás. -
¿Su entorno inspira a su equipo a pensar mejor?
Los espacios afectan la creatividad y estado de ánimo de las personas. Las oficinas con arte reportan más creatividad, más productividad y mejor relacionamiento entre empleados. -
¿Está usando sus muros como un activo de marca?
Así como selecciona con cuidado lo que comparte en redes, puede usar el arte como una extensión tangible de su identidad, misión y visión.
Aquí creemos que el arte no es un lujo, sino una herramienta estratégica.
Por eso ayudamos a empresas a transformar sus espacios con obras de artistas colombianos, seleccionadas con intención, criterio y propósito.
